jueves, 15 de mayo de 2008

UN REENCUENTRO Y UNA DESPEDIDA

-Hola tía, cuánto tiempo sin vernos ¿verdad? Prefiero no quitarme las gafas de sol, hoy como ya sabes no es un buen día. He venido sola, ayer cogí un tren para poder estar hoy aquí, es la primera vez que me separo de Sara, la echo de menos, pero su padre la estará cuidando muy bien, si los conocieses te encantarían; al tío, aunque no los conoció mucho se que le cayeron bien, el te lo contará.

-Mamá, dame un clinex, por favor.

- Lo siento tía, no puedo evitar que de mis ojos caigan pequeñas gotas de agua, pero bueno como te decía se que el tío te contará como son Mauri y Sara aunque creo que ya lo sabes y que les habrás dado el visto bueno.

- Siento seguir con las gafas pero no quiero que la gente note mis ojos enrojecidos y no puedo evitar que estén así, me siento mal tía, me impresiona volver a estar aquí, delante de este agujero frío y se que tú estás ahí y ahora vas a dejar de estar sola, siento un vacío enorme, me viene todo el tiempo a la mente vuestra casa ahora vacía, esa imagen de la mesa camilla contigo en la silla de al lado de la cocina y el tío en su sillón.

- No puedo ver como lo deslizan junto a ti, tengo el corazón hecho un nudo, intento consolarme pensando que volvéis a estar juntos y ahora es para siempre.

-Mamá, no me sueltes, no te separes de mi.

- Os quiero mucho, y siempre vais a estar en mi corazón, pero no creo que venga a veros muy a menudo, estos sitios no me gustan, prefiero hablar con vosotros a distancia.
- Bueno, ya nos vamos, ha sido una visita rápida para acompañarte tío en vuestro reencuentro; ya estáis juntos de nuevo, gracias por haber formado parte de mi vida.

No hay comentarios: